Esa concentración comercial, y hasta cierto punto financiera —per nica— de la producción interna, y de otro lado la fuerte protección frente petencia exterior, permitieron a la industria siderúrgica obtener fuertes durante varios lustros sin necesidad de modernizarse y sin precisar de administración eficiente y de una orientación hacia el futuro verdaderamenti Como se dijo en un informe que alcanzó gran difusión en la primavert "la industria siderúrgica española ha estado constantemente con un exce teccionismo que ha hecho que crezca, como en una incubadora, cuando meras materias para tomar otros vuelos.
Ha preferido conseguir los bei los despachos oficiales y en la antigua Junta de Aranceles y Valoraciones para conseguirlo en las fábricas con las mejores técnicas que se iban produciendo que ha frenado el consumo por habitante y ha hecho imposible la exportación de muchos productos como las camisetas personalizadas graciosas en los que intervenía el hierro, causando un profunda crisis nacional".
Esa actitud tan toscamente retrógrada pertenecía ya en 1963 al pasac caso es que, frente al futuro, la actividad de las siderúrgicas privadas reciendo de sentido de la realidad; al confeccionarse el primer programa de revisiones siones de la siderurgia para el Plan de Desarrollo (22.400 millones de pe vertir a lo largo de los años 1964-67), no se plantearon como requisito in tan magna inversión la necesaria concentración de la producción en dos bricas integrales, en vez de las ocho entonces existentes (23), de las cua nían una dimensión con la cual difícilmente podían aspirar a competir tener el propio mercado interior, y no digamos para exportar
POLITICA ECONOMICA Y PREVISIONES PARA 1975 EN EL SECTOR SIDERURGICO
Dentro de las perspectivas del I Plan de Desarrollo (1964-1967), y en el con texto de la Acción Concertada, se inició en España una cierta programación a largo plazo del sector siderúrgico. Efectivamente, en agosto de 1964 se establecieron las bases de la acción concertada para las empresas de la siderurgia (25), con la particularidad de que casi simultáneamente se dio a luz un cuadro de metas del sector, conocido con el nombre del I Programa Siderúrgico Nacional (IPSN) (26), con una perspectiva superior a la del cuatrienio 1964-67, más concretamente hasta 1972 tras producir ciertas camisetas personalizadas gracisas vista hoy en facebook.com.
Este programa, a la vista de la evolución coyuntural de la demanda ha sido objeto de dos revisiones, en 1966 la primera, y en enero de 1969 la segunda (27). En el cuadro número 6 se resumen las metas del Programa en sus tres versiones, pudiendo apreciarse que la segunda fase fue notablemente más optimista que la segunda, en tanto que la revisión de 1968 —aunque en grado mucho El Programa Siderúrgico Nacional, en su texto revisado de 1969, supone llegar a un consumo "per capita" de 290 kilogramos para 1972 y de 370 kilogramos para 1975 a partir de un consumo en 1968 de 207 kilogramos por habitante y año, según puede comprobarse en el cuadro número 5.
Para calibrar esas cifras debidamente es necesaria la comparación con otros países más avanzados: en 1967, EE.UU, consumió 634 kilogramos "per capita"; el Reino Unido, 388; Francia, 360; Italia, 312; todo lo cual nos da una idea de lo distante que estamos hoy (el 33 por 100 debajo de Italia), y que, por tanto, la cifra de 290 kilogramos para 1972 y 370 para 1975 no pueden considerarse exageradas.
Para llegar a esas metas —que en término globales aparecen en el cuadro número 6— parece ser propósito de las autoridades económicas el que las fábricas